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La equinoterapia es una terapia física y mental, cuya herramienta principal es el caballo. Dicho método ecuestre utiliza actividades de montado y de caminatas a pie. Su finalidad principal es rehabilitar, integrar y reeducar a aquellos que padecen algunas discapacidades. Estas pueden ser físicas, sensoriales o psicológicas. También atiende a personas que tienen problemáticas sociales o trastornos del comportamiento.

El tratamiento debe empezar por conocer cuáles son las posibilidades y limitaciones de la persona. Una vez realizado esto, debe producirse un contacto físico entre el animal y el paciente. Igualmente, es necesaria una relación de confianza entre ambos. Esta para que la persona este relajada cuando se suba al caballo. Esta relación se puede empezar dándole de comer, cepillándole el pelo o acariciando al animal.

Esta terapia asistida abarca cuatro diferentes áreas disciplinarias: medicina, psicología, pedagogía y deporte. Por esta razón, se necesitan profesionales capacitados para trabajar en un entorno y condiciones especiales. ¿Te gustaría ser  experto en esta área?, consulta nuestro curso Monitor de Equinoterapia. Y, sigue leyendo, te contamos los beneficios de hacer un tratamiento con caballos.

Beneficios de la equinoterapia

Tal vez te preguntes por qué se utiliza el caballo para hacer estas terapias. La respuesta es que este animal tiene una musculatura única que lo hace más ágil, armónico y fuerte. Estas características ayudan a transmitir vibraciones al cuerpo del paciente y a su cerebro, cuando el equino trota. Gracias a esto se crean conexiones nerviosas del mismo. En definitiva, esta terapia busca que los movimientos del caballo estimulen musculatura, huesos y articulaciones. Otros de los beneficios son los siguientes:

Terapia apta en cualquier edad

La equinoterapia puede ser usada por adultos, niños y en la estimulación temprana. Es decir, para todos aquellos con trastornos en el lenguaje o problemas de aprendizaje. Igualmente para personas con problemas de adaptación social.

Mejora las deficiencias físicas

Los impulsos rítmicos del caballo se transmiten al cinturón pélvico, las piernas y columna. Gracias a esto se regula la coordinación y se incrementa la fuerza. A la vez, la resistencia, el equilibrio y la coordinación, mejoran. Es decir, la destreza motora se optimiza.

Activa el sistema sensorial y cognitivo

Este tipo de terapias con caballos se realizan al aire libre y rodeados de vegetación. Esto hace que el contacto con la naturaleza y su gama de colores, estimulen la visión.  Lo que es un efecto positivo sobre el sistema sensorial y cognitivo de forma sencilla y agradable.

Genera reacciones psicológicas positivas

Al montar a caballo, el paciente asocia sus sensaciones físicas con las reacciones psicológicas. Esto quiere decir, que crea una relación con él mismo y con el entorno. Por lo que hay una mejora en el área psicoafectiva. Además, crece su autoestima y tiene más autonomía. Asimismo, el autocontrol desarrolla la comunicación, la concentración y el respeto hacia los animales.

Complementa el tratamiento de algunas enfermedades

Las personas que sufren de espina bífida o esclerosis pueden beneficiarse con la terapia con equinos. Al igual que los que padecen sordera o ceguera. También, los que tienen síndrome de Down y trastornos de alimentación pueden usarla como complemento.