El verano es una estación de contrastes: días largos, temperaturas elevadas y recursos naturales que pueden escasear. Mientras muchas personas disfrutan de las vacaciones, los animales —domésticos y salvajes— deben adaptarse para sobrevivir al calor. Esto plantea una pregunta interesante y oportuna: ¿qué hacen los animales en verano? Desde cambios de comportamiento hasta transformaciones físicas, el mundo animal despliega una sorprendente variedad de estrategias para soportar las altas temperaturas.
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¿Cómo se adaptan los animales al verano?
Durante los meses de verano, los animales emplean diferentes mecanismos de adaptación para enfrentar las altas temperaturas y la escasez de agua. Estas adaptaciones pueden ser fisiológicas, como la muda del pelaje o la reducción del metabolismo, o conductuales, como cambiar sus horarios de actividad. Por ejemplo, algunos mamíferos desarrollan un pelaje más ligero y menos denso, que les permite regular mejor su temperatura corporal. Las aves, por su parte, pueden alterar sus rutas migratorias para buscar entornos más frescos o con mayores fuentes de alimento y agua.
En el caso de los reptiles y anfibios, muchos de ellos recurren a la estivación, un estado de inactividad similar a la hibernación, pero en respuesta al calor extremo. Se entierran o se esconden en lugares húmedos y sombreados donde la evaporación es mínima. Algunos insectos también interrumpen temporalmente su ciclo de vida hasta que las condiciones sean más favorables. En definitiva, la adaptación al verano es una cuestión de supervivencia que demuestra la increíble capacidad de los animales para ajustarse a los cambios ambientales.
¿Qué hacen los animales cuando hace calor?
Cuando las temperaturas suben, los animales recurren a comportamientos específicos para mantenerse frescos y conservar energía. Estos hábitos varían según la especie, pero todos responden a una misma necesidad: protegerse del calor excesivo que puede ser mortal.
A continuación, algunos comportamientos comunes que tienen los animales en verano:
- Buscan sombra: Muchos animales se refugian bajo árboles, rocas o estructuras artificiales para evitar la exposición directa al sol.
- Modifican sus horarios: Animales como zorros, ciervos o incluso gatos domésticos se vuelven más activos al amanecer o al anochecer, cuando las temperaturas son más suaves.
- Se refrescan con agua: Los elefantes se bañan en charcas, los perros jadean y los pájaros se zambullen en fuentes o charcos.
- Reducción del movimiento: Animales como los gatos o lagartos permanecen quietos gran parte del día para evitar generar calor interno.
- Cambios alimenticios: Algunas especies consumen alimentos con mayor contenido de agua, como frutas o insectos ricos en líquidos.
Estos comportamientos permiten que los animales mantengan su temperatura corporal dentro de un rango seguro, evitando golpes de calor o deshidratación.
¿Cómo ayudar a los animales en verano?
Ayudar a los animales durante el verano es más importante de lo que parece. Las olas de calor pueden provocar deshidratación, golpes de calor e incluso la muerte en muchas especies. Afortunadamente, con pequeñas acciones desde casa o en nuestra comunidad, podemos marcar una gran diferencia en el bienestar animal.
A continuación, te compartimos formas efectivas de ayudar, cada una explicada con más detalle:
Proporcionar agua fresca
Una de las maneras más sencillas y eficaces de ayudar a los animales en verano es dejar recientes con agua limpia en jardines, balcones o parques. Aves, gatos callejeros, erizos y otros animales urbanos lo agradecerán. Es importante cambiar el agua a diario para evitar la proliferación de mosquitos. También puedes instalar bañeras para aves o pequeños bebederos en altura para que insectos polinizadores como abejas o mariposas puedan hidratarse sin riesgo.
Crear espacios de sombra
Los animales necesitan lugares donde refugiarse del sol. Si tienes jardín, terraza o acceso a espacios verdes, puedes plantar árboles nativos, colocar toldos temporales o incluso dejar estructuras simples como cajas o tablas que proporcionen sombra. Esto puede ser de gran ayuda para aves, reptiles o pequeños mamíferos. Incluso en balcones urbanos, una planta frondosa o una sombrilla puede ser la diferencia entre un entorno hostil o uno acogedor.
Evitar cortar el césped en exceso
Durante el verano, cortar el césped con demasiada frecuencia puede eliminar refugios naturales para insectos, aves pequeñas o mamíferos como los erizos. Al dejar zonas de césped alto o sin cortar, estás favoreciendo la biodiversidad y ayudando a que los animales encuentren cobijo y alimento. Además, muchas flores silvestres crecen en estos espacios, sirviendo como fuente de néctar para abejas y mariposas.
No usar pesticidas o productos químicos
En verano, muchas personas recurren a pesticidas para controlar plagas en jardines o patios. Sin embargo, estos productos son altamente tóxicos para los animales, especialmente insectos benéficos como abejas, mariquitas y libélulas. También afectan a aves, anfibios y pequeños mamíferos. Optar por soluciones naturales o ecológicas es una forma responsable de mantener el equilibrio del ecosistema sin poner en riesgo la salud animal.
Alimentación suplementaria (con moderación)
Durante las olas de calor, puede faltar alimento en algunos entornos urbanos. Ofrecer fruta fresca, semillas o pienso específico (dependiendo del tipo de animal) puede ser útil, siempre con moderación. Por ejemplo, colocar un comedero para aves en tu jardín puede ayudar a muchas especies que tienen dificultades para encontrar alimento en días secos y calurosos. Es fundamental no alimentar animales silvestres con restos humanos o comida procesada, ya que puede alterar su metabolismo y ponerlos en peligro.
Mantener seguros a los animales domésticos
Los animales domésticos como perros, gatos, aves y roedores también sufren las consecuencias del calor. Asegúrate de que tengan siempre agua fresca, acceso a sombra y evita pasearlos en las horas más calurosas del día. Recuerda que el asfalto puede quemar sus patas y que los golpes de calor pueden ser fatales. Además, nunca dejes a una mascota dentro del coche, aunque sea por pocos minutos. Las temperaturas dentro de un vehículo cerrado pueden subir rápidamente y causar la muerte.
Instalar refugios para fauna urbana
Puedes contribuir a la fauna local instalando cajas nido para aves, refugios para murciélagos o casitas para erizos en tu jardín o terraza. Estos refugios les ofrecen un lugar seguro para descansar, reproducirse o simplemente protegerse del calor. Existen modelos prefabricados, pero también puedes construirlos tú mismo con materiales reciclados.